Es prácticamente siempre el mismo juego: Estamos preparados para un cambio, hemos decidido perder peso, y justo cuando empezamos a celebrar nuestro éxito los primeros kilos vuelven a aparecer de repente. Volver a engordar puede ocurrir por varias razones. A menudo se debe a que volvemos a caer en nuestros antiguos hábitos de ejercicio y nutrición, o la motivación para entrenar empieza a disminuir. A continuación hemos reunido algunos consejos valiosos para ayudarte a mantener el rumbo para perder peso de forma eficaz.
El hecho de que te hayas quitado esos primeros kilos no significa que debas reducir la frecuencia de tus entrenamientos o la cantidad de tiempo que dedicas a entrenar. En realidad, deberías hacer lo contrario: ahora es el momento de aprovechar tus reservas y la mejor manera de asegurarte de que lo haces es realizar de 2 a 3 sesiones de entrenamiento a la semana. El entrenamiento del metabolismo dirigido aumenta la tasa metabólica basal, o la cantidad de energía que tu cuerpo necesita para realizar sus funciones básicas. Esta tasa refleja el ritmo automático de quema de grasa de tu cuerpo, y al aumentar su eficacia pronto se obtendrán resultados visibles, tanto en la báscula como frente al espejo.
Comer menos es una de las peores cosas que puedes hacer cuando intentas mantener el peso que has perdido. Suena extraño, pero es cierto: si quieres perder peso, tienes que comer. Esto puede parecer una paradoja hasta que consideres el papel que desempeña el metabolismo en este caso. Cuando tu cuerpo tiene hambre, tu metabolismo entra en su marcha más baja. Ponerlo en marcha de nuevo de forma eficiente requiere un esfuerzo. Tú influyes en gran medida en el funcionamiento de tu metabolismo con lo que eliges para comer. Para evitar un metabolismo perezoso, tienes que proporcionar a tu cuerpo una mezcla equilibrada de proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables, junto con fibra, muchas vitaminas y minerales, y sustancias vegetales secundarias.
Cada cuerpo es único. Algunas personas tienen un metabolismo naturalmente rápido, mientras que otras que hacen ejercicio regularmente y vigilan lo que comen queman menos calorías a un ritmo más lento, debido a un metabolismo menos activo. Lo esencial es que cada persona aprenda a sintonizar con su propio cuerpo, que aprenda a interpretar las señales que da el cuerpo. ¿Qué alimentos te hacen sentir realmente bien? ¿Qué alimentos no te sientan bien? ¿Te sientes hinchado o ligero después de comer ciertos alimentos? Empieza a prestar mucha atención a los alimentos que comes y a cómo reacciona tu cuerpo al comer en determinados momentos del día. Ser un buen observador te guiará rápidamente hacia la mejor manera de acelerar el metabolismo de tu cuerpo.
Para seguir quemando grasa, no sólo tendrás que entrenar con regularidad, sino también planificar tus entrenamientos para incluir una buena mezcla de entrenamiento de resistencia y de fuerza. Esto es válido tanto para hombres como para mujeres. El entrenamiento de resistencia sirve para impulsar tu metabolismo, mientras que la masa muscular que has ganado con el entrenamiento de fuerza sigue consumiendo energía de forma constante, incluso en reposo. Sí, mientras duermes tu cuerpo bien entrenado sigue quemando calorías de forma efectiva. El entrenamiento de fuerza que mantiene tus músculos adecuadamente desafiados requiere una combinación de entrenamiento con pesas (con tanto peso como puedas manejar cómodamente) y movimientos vigorosos utilizando el peso de tu propio cuerpo como resistencia. Como siempre, se aplica la regla de oro: Una nutrición sana y el ejercicio deberían mantener tu metabolismo en funcionamiento de forma eficaz y mantener a raya el malvado efecto yo-yo. ¿Por qué no empezar ahora mismo? Coge tu calendario y anota las horas de tus sesiones de ejercicio, y luego haz una lista de la compra llena de artículos saludables para tu próxima visita al supermercado. Así que, en ese sentido, ¡a por tu éxito!